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Un lugar donde se atiende tanto a los aspectos humanos como a los materiales, para que cada persona que vaya al taller pueda establecer una relación consigo misma y con los demás de no juicio, de afirmación de sí misma y de respeto a la diferencia. Porque cuando nos liberamos del juicio podemos dejar de compararnos y competir, para concentrarnos en nuestro propio cuerpo y su juego.
Condiciones humanas
Asistencia: la relación que se establece con las personas que vienen a trabajar en el taller, es de asistencia y cuidado, donde el juicio, sea positivo o negativo, no tiene cabida, y donde el juego es la actividad más seria y rigurosa que existe. Poder "asistir" los procesos de crecimiento sin interferir en ellos, constituye la principal función del asistente.
Grupo: es fundamental crear un grupo heterogéneo, formado por personas de diferentes edades, formas de pensar y distinta procedencia, para poder ejercer el derecho de ser uno mismo, sin modelos, afirmarse entre las diferencias de los demás y crecer en el propio espacio, al propio ritmo, con sus intereses propios.
Condiciones materiales
Espacio: lugar amplio y sin obstáculos. Libre de espejos y con intimidad. Permite tener espacio personal para moverse libremente, a la vez que se tiene que tener en cuenta el espacio de los demás.
Telas: sirven de material de trabajo, con una gama de diferentes tamaños, texturas y pesos, que nos invitan a jugar.
Música: ingrediente clave y misterioso que "resuena" en cada cuerpo de infinitas formas según el propio momento.
Cojines: a veces existe la necesidad de tener momentos de quietud, para sentarse o tumbarse.
