Qué puedes hacer tú para cambiar el mundo

¿Sientes impotencia ante las injusticias que observas, o sufres, en el mundo? ¿Te gustaría hacer algo para cambiar las cosas, pero crees que todo está articulado para que no puedas hacer nada?

En el artículo egoísmo o cooperación: Niveles de relación con tu entorno vimos dos tipos de relaciones, una individualista y otra cooperativa. Este artículo describe un tercer tipo, al que llamaremos nivel de relación Universal. Se trata de una forma de relacionarse con el entorno que podrá ayudarnos en el largo camino del cambio que queremos en nuestro mundo. De los tres niveles de relación, este sería el más evolucionado y, al mismo tiempo, el más natural.

El mundo depende de nuestras manos


El más natural, porque los seres y acontecimientos de la Tierra lo ejercen día a día sin ser siquiera conscientes de ello, y el más evolucionado, porque nosotrxs, como humanxs, hemos desnaturalizado nuestro entorno y hemos perdido esta perspectiva fundamental, por lo que tendremos que alcanzar nuestras cotas más altas de conciencia para poder recuperar esta forma de relacionarnos.

El nivel de relación Universal parte de la premisa de que, usando las palabras de Joan Melé en su ponencia Dinero y Conciencia, "la Tierra es un organismo vivo y nosotrxs somos sus células". "La diferencia entre un mecanismo y un organismo es que en un mecanismo el Todo es la suma de las partes. En cambio, en un organismo cada parte es un reflejo del Todo. Esto supone que cada una de las células influencia en el Todo, y cada célula necesita de la totalidad para existir".

Relacionarte y actuar teniendo en cuesta esta premisa exige un fuerte trabajo personal e implica una enorme responsabilidad, pero merece la pena el esfuerzo, sin duda. Pero te preguntarás ¿Y cómo lo hago?

La clave está en la toma de conciencia. Tienes que interiorizar lo siguiente: tus acciones, afectan. Te afectan a ti, sin duda. Afectan a tu entorno, y no dudes que también afectan a tu medio ambiente y a personas que pueden estar muy lejos de donde tú estás.

El ejemplo más claro de esto que observamos hoy en día es el efecto y el poder que tenemos como consumidores. Cuando compras algo que ha dado la vuelta al mundo hasta llegar a la tienda y te sale más barato que algo que se ha producido al lado de tu casa, ¿no crees que algo raro está pasando? Eso que llega a tus manos podría estar fabricado por trabajadores con derechos laborales escasos o prácticamente inexistentes. Comprarlo puede estar fomentando que la situación de esos trabajadores siga así. Está, sin duda, dando lugar a grandes cantidades de CO2 en su transporte, luego al comprarlo, estás contaminando. Al comprarlo, puedes estar perjudicando a trabajadores que pueden ser tus vecinxs y que debido a que tienen mejores derechos laborales no encuentran más margen para bajar el coste. Estos trabajadores podrán ver reducidos sus derechos laborales, por los que sus padres, madres y abuelxs tanto lucharon, o podrían ver como su empleo desaparece. Recuerda: tus acciones afectan.

Con esto no queremos hacerte sentir mal cada vez que hagas algo que puede afectar. Este mundo globalizado está lleno de contradicciones y prácticamente todxs caemos todos los días en ellas. Tampoco pretendemos que cada acción te plantee un dilema ético y acabes paralizadx.

Lo importante y clave es saber, tomar conciencia, de que en nuestras manos está el cambio, que tenemos el poder ya que somos el reflejo del organismo vivo que es la Tierra. Una vez que somos conscientes de esto (y esto implica un trabajo personal muy importante), empezaremos a fluir y a actuar en consonancia con nuestra naturaleza. 

Para profundizar en esta toma de conciencia, tenemos que realizar un trabajo personal de perdón, de superación de egos, de darnos cuenta de la trampa de creencias limitantes, ideologías y dogmatismos, y de actuar conforme a lo que creemos, pero buscando lo que creemos en lo más profundo de nuestro Ser y no en lo que nos digan que tenemos que creer. Liberarnos de todo esto y darnos cuenta de que todo está interconectado. Según prosperemos en este trabajo personal, seremos más coherentes poco a poco con cómo actuamos. Será aquí cuando empezaremos a ser el cambio que la Tierra necesita.



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¿Crees que es posible alcanzar este nivel de relación Universal? ¿No crees que merece la pena, al menos, intentarlo?


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